4/01/2016 | 07:41 | El presidente de empresa, Osvaldo Acosta, dijo a Cadena 3: "Es normal que tras un cambio de autoridades fuera y deba ser controlada, pero no significa que se paralicen las obras".
Ante la posibilidad de que Mauricio Macri frene la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, el presidente de Eling Energía S.A., Osvaldo Acosta, aseguró que el Gobierno nacional "puede y debe controlar", pero "eso no significa que se paralicen las obras".
En diálogo con Cadena 3 afirmó: "Es común que cualquier cambio de gobierno, toda obra de infraestructura o toda actividad que se viene realizando fuera sea revisada por las nuevas autoridades. Eso no significa que no exista la continuidad laboral de 1.500 trabajadores, ni detener el cronograma que indica que a fin de año habrá 5.000 personas trabajando".
"Tienen el derecho, siempre teniendo en cuenta el marco actual, de obra pública argentina y el financiamiento internacional con China", agregó.
Y resaltó: "Se va a verificar la transparencia, pero no se va a parar".
Acosta dijo que aún no han sido citados, que han pedido las audiencias correspondientes y que aún están a la espera.
La versión sobre una posible paralización surgió la semana pasada cuando el presidente recibió a Cristine Mc Divitt, viuda del filántropo ecologista Douglas Tompkins, y a Sofía Heinonen, de la ONG Conservation Land Trust, y les adelantó la intención oficial de frenarlas al tiempo que les preguntó su opinión sobre las represas.
Según informó Clarín, Mauricio Macri, declaró: "Hicimos un estudio y vimos que las represas están en el puesto número veinte entre las mejores formas de conseguir energía. Es decir, antes hay 19 opciones más viables, limpias y económicas (...) Vamos a intentar pararlas".
Al respecto, Acosta aseguró que "Eling Energía S.A. utiliza energía hidroeléctrica que es de las más sanas, limpias y renovables. Esto es lo más importante desde los puntos de vista de potencia y generación de energía".
Y aclaró que en el segundo lugar está el proyecto de represa Chihuido I, y en el tercer puesto el proyecto de represa Michihuao, sobre el río Limay, luego hay una serie de proyectos menores que no superan los 100 mega-vatios.
Sobre las críticas del Gobierno nacional por la multiplicación de costos, expresó: "Actualmente el precio puede estar a 40 mil millones de pesos, contra los 20 mil millones de pesos del 2012 , pero expresado en dólares es exactamente la misma cantidad".
Explicó que no hay sobreprecio, sino que la moneda argentina está desvalorizada. Y aclaró que durante la licitación el precio de la empresa "estuvo 25% debajo del presupuesto oficial expresado en dólares y 23% por debajo de la segunda mejor propuesta".
"Son obras licitadas en condiciones de competencia internacional, son obras de infraestructura que dan un alto valor agregado para el país", remarcó.
Criticó al gobierno por "no haber tomado la totalidad de la obra para analizar, desde el punto de vista técnico, económico y ambiental".
Y agregó: "Desde el punto de vista técnico-económico es la obra de menor valor en mega-vatios instalados, en dólares. Estamos hablando de una central de hidroeléctrica que genera a un valor de 2,24 dólares por mega-vatios instalados, es el valor menor que puede existir en toda la región".
Además contó que la empresa participó de la licitación pública internacional junto a seis países distintos e importantes empresas de construcción argentinas, con financiamiento de China, Brasil y Rusia. "Eso le dio una transparencia absoluta al acto respecto de los costos", indicó.
Asimismo, descartó que el funcionamiento de empresa dependiera de los gobiernos de turno. " Nosotros nacimos en 1977, en pleno gobierno militar y seguimos con el resto de los gobiernos trabajando intensamente para poder continuar".
"Nuestras obras no tienen porqué depender de la política, no tienen que ver con ella, si no con la necesidad de la región", culminó.